Conocer Argelia

Expatriación e internacionalización en Argelia

Bandera y personas defensoras de la cultura bereber

Organizaciones, sociedad civil y política en Argelia

Pese a que la Primavera Árabe no se vivió con la misma intensidad en Argelia como en Túnez o Egipto, sí tuvo ciertos efectos en la sociedad civil argelina que parece comenzar a organizarse de una forma más dinámica gracias a Internet y las redes sociales. Éstas que sirven como herramienta de difusión y organización de trabajo en red diferente a la tradicional, ya que además puede obviar los controles del gobierno oficial. Esta tendencia parece que se está cristalizando como se puede observar en cada periodo electoral, tal y como sucedió en las elecciones presidenciales de abril de 2014.

Desde las diferentes definiciones que se han realizado de la sociedad civil, la definición de Gerner vendría a reflejar a la sociedad civil argelina. Este la define como a cluster of institutions and associations strong enough to prevent tyranny, but which are, nevertheless, entered freely rather than imposed either by birth or by awesome ritual. (Cavatorta, F. y Elananza, A., 2008) Se desprende de esta definición que la sociedad civil actúa como una herramienta de control hacia el Estado y como un indicador del grado de democratización del Estado. Algo que en los países árabes y en concreto para el caso de Argelia no se cumple. Tal y como señala B. Khader,

<< algunos estados instrumentalizan la consigna de la democracia para preservar mejor, o incluso consolidar, su control sobre la sociedad. De modo, que el proceso de democratización, más que como un instrumento de control de la sociedad sobre el Estado, aparece como una experimentación del Estado sobre la sociedad para controlarla mejor.>> (Khader, B., 2010: 268)

1. Características de las organizaciones de la sociedad civil en Argelia

Si analizamos los datos del Ministerio del Interior argelino, observamos como el número de asociaciones constituidas es elevado, aunque la mayoría perdura muy poco en el tiempo, existen únicamente sobre el papel, de tal forma que organizaciones activas sólo se estiman en torno a un 5%. Los datos del ministerio, actualizados a datos de 2012, reflejan que 1.027 organizaciones de la sociedad civil (OSC) funcionan a escala nacional, mientras que 92. 627 lo hacen a escala local, siendo un total de 93.654 las organizaciones censadas.

La mayoría de estas OSC están censadas en las zonas del norte del país y especialmente en las zonas urbanas, lo que no quiere decir que sean inexistentes en el sur. La mayoría se encuentran en Argel siendo 7.199 OSC en total seguidas con las situadas en zonas del noroeste y la zona de Adrar en el sur con 2.756 OSC censadas. La zona de la Cabilia es una de las más activas asociativamente hablando, ya que en relación a su número de habitantes, la proporción es muy elevada (con seis millones de habitantes reúne un total de 19.388 OSC)5.

Las OSC suelen actuar en sectores en los que el Estado no invierte o lo hace de forma muy débil, por lo que surgen como forma de ofrecer unos servicios que no garantiza el Estado, sin entrar en conflicto o en oposición, ya que es la única forma de poder permanecer activos. La educación y la difusión de la cultura son el principal sector de trabajo de estas asociaciones, pero son las más numerosas a escala nacional las asociaciones de carácter profesional.

Datos número de organizaciones de la sociedad civil existentes en 2012

En la sociedad civil argelina las organizaciones sobre la mujer no son las más representativas ya que es un tema que se ha incluido dentro de otros más generales como la lucha contra el integrismo o por las libertades en un sentido amplio. A escala nacional solo 23 organizaciones se censaron bajo la temática de la defensa de los derechos de la mujer de un total de 1.027. Unas organizaciones que se dividen entre las de reivindicación por la igualdad o en agrupaciones de carácter profesional. Desde el punto de vista estatal, en 2012 se aprobó la Ley Orgánica de 12 de enero para la incorporación de la mujer al sistema representativo y electoral, una medida que en ocasiones está resultando contraproducente ya que se están incorporando mujeres sin trayectoria política debido a la falta de educación y formación en este sentido.

Otras asociaciones mayoritarias son las religiosas islamistas. Estas asociaciones trabajan sobre temas de derechos humanos, pero la mayoría de ellas, trabaja para la reivindicación del recuerdo de las víctimas de la guerra civil debido al silenciamiento que se produjo y se produce sobre este tema en Argelia. Pese la religión oficial del estado argelino es el Islam, lo que ha llevado a cabo el Estado desde su independencia ha sido la instrumentación del islam político. Éste se utilizó en un primer momento como eje sobre el que crear una identidad colectiva frente a los poderes coloniales, y posteriormente, como respuesta a un panarabismo que ya no funcionaba a principios de los años ochenta después de que países como Egipto entraran en crisis y se produjera la desarticulación de la URSS.

Después de la “década negra”, el gobierno argelino recurriría nuevamente a la instrumentalización del Islam realizando algunas concesiones como la reforma del Código de Familia o promoviendo la educación completa en árabe en el sistema educativo entre otras medidas. De esta forma, el gobierno incluiría en el sistema ciertas peticiones venidas de los sectores islamistas sin darles un espacio político real. Una medida que realizarían otros países del mundo árabe, ya que como señala B. Khader, los estados optaron esta medida, por la cooptación selectiva o por la erradicación6.

Las reivindicaciones de las organizaciones religiosas suelen coincidir en dos temas con las organizaciones seculares tal y como señalan Cavatorta, F. y Elananza, A. (2008), la defensa de los derechos humanos en referencia a la víctimas como mencionábamos anteriormente, y por otro lado la competencia respecto al otro por conseguir una mayor influencia social.

Dados los problemas que arrastra la sociedad argelina y tal y como reflejan los datos de OSC existentes en Argelia, la sociedad civil se caracteriza por ser muy joven y con una historia que ha desarticulado sus vínculos sociales, pero también los vínculos respecto al sistema político y sobre todo en relación con el Estado. Su composición social es muy heterogénea, algo que dificulta la colaboración entre grupos sobre todo al establecer proyectos con objetivos muy dispares y concretos.

2. OSC y la legislación argelina

No podemos olvidar el control que ejerce el Estado sobre la sociedad en materia organizativa, ya que el estado de excepción que se impusiera en 1988 no se levantó hasta 2011. Un hecho que legislativamente hablando influye en toda la normativa que se ha ido aprobando en materia de comunicación, información y derecho de asociación que además también se encuentra con barreras legislativas para su financiación. Por ejemplo, la Ley Orgánica 12-06 específica para asociaciones la restricción de la financiación extranjera, establece la obligatoriedad de una autorización administrativa y reduce la cooperación con otras organizaciones extranjeras, además de tener el Estado el derecho de la prohibición y disolución de asociaciones si sus actividades interfieren con los interesas nacionales6, e incluso se puede castigar con cárcel.

La Ley 90-14, regula la burocracia necesaria para constituir la asociación: elaboración de un dossier y la cumplimentación de un resguardo que debe estar cumplimentada por la autoridad, que viene a ser en definitiva, una autorización del Estado. La constitución de una organización pasa por superar todas estas barreras legislativas, además de otras legislaciones que regulan el derecho a la reunión en espacio públicos o la libertad de expresión. Con todo, el Estado trata de legitimar estas medidas con el discurso de securitización de la paz y la estabilidad en su mantenimiento, frente a la posibilidad de retornar a una etapa de conflicto como la vivida en los años noventa. Un discurso instrumentalizado que desanima a muchos en su intento de crear organizaciones, y crea desconfianza hacia aquellos que han logrado crear una asociación.

Los Estados por tanto mantendrían una doble posición respecto a la sociedad civil: por un lado estas cubren esferas sociales que deberían ser responsabilidad de los estados resolver (como las carencias en sanidad, educación o derechos humanos) mientras que por otro lado mantienen un férreo control sobre ellas para para que el carácter asociativo no pueda propagarse para que no pueda articularse de forma completa la sociedad civil.

Todos estos elementos producen una debilidad de estas organizaciones de la sociedad civil que se caracterizan por la falta de capacidad de financiación (dificultando a su vez su perdurabilidad en el tiempo), la falta de organización interna por la inexperiencia, falta de comunicación y falta de determinación de objetivos concretos que no se especifican en un verdadero proyecto asociativo. Por otro lado la dependencia de una figura pública y que suele ser el fundador, no propicia un tejido de dirección asociativo. La falta de dialogo intergeneracional que mantiene al margen a los jóvenes, aumentando más la distancia psicológica en vez de disminuirla.

3. Aspectos positivos de cara al futuro

Pese a todas las dificultades, las OSC también cuentan con algunos aspectos positivos que explican porqué sigue aumentando su número así como la mayor representatividad en las últimas elecciones de 2014. Fundamentalmente, el carácter dinámico de la sociedad civil que pese a que no cuenta con un número elevado de asociaciones, si se continúan creando. Por otro lado, el hecho de que exista un número elevado de asociaciones comunitarias o los comités de barrio, que tal y como señala Cerrezola, su fuerza reside en su arraigo a la microlocalidad y a la capacidad de reforzas los vínculos comunitarios a través del trabajo sobre las necesidades cotidianas de los vecinos. (Álvarez, I., Ketiti, A., Cerrolaza, E. y García-Luengos, J., 2013: 95) Además, estas asociaciones en particular suelen funcionar como mediadores entre la comunidad vecinal y el Estado, a través de las administraciones locales. La diversidad de estas asociaciones es considerada como algo positivo por la autora en la medida que finalmente actúen de una manera complementaria entre ellas y respecto a las carestías del Estado, pero en cambio, autores como Cavatorta, F. y Elananza, A., consideran que esta diversidad favorece la permanencia de los regímenes en el poder sin necesidad de una gran legitimidad.

The lack of coalition building among opposition actors with radically different political projects exacerbates this problem and permits the survival of weak regimes in the face of a strong, but divided civil society. (Cavatorta, F. y Elananza, A., 2008: 16)

Con la expansión del uso de las redes sociales y las herramientas de comunicación que aporta Internet, la sociedad civil argelina está encontrando una forma alternativa de organización que funciona a través del trabajo en red, que elude las rigideces del sistema argelino para establecer una organización tradicional y que además aporta la posibilidad del anonimato para aquellos que quieren manifestarse pero temen hacerlos de una forma directa. Como pasara en las primaveras árabes, Internet y las redes sociales han sido un aspecto clave para que se que produjeran. No han sido el motor, como parecían apuntar los medios de comunicación occidentales, sino que sirvieron de herramienta para difundir mensajes y conectar personas de una forma menos restrictiva.

Estos movimientos han proliferado en Argelia, por un lado gracias a la expansión de las infraestructuras que facilitan el acceso a Internet y por otro lado los procesos electorales, sobre todo en las elecciones presidenciales celebradas el 2010 y en las pasadas de abril de 2014.

Referencias:

Álvarez, I., Ketiti, A., Cerrolaza, E. y García-Luengos, J. ,(2013) Sociedad civil y transiciones en el Norte de África. Egipto, Túnez, Argelia y Marruecos, Icaria, Barcelona

Cavatorta, F y A. Elananza (2008) Political Opposition in Civil Society: An Analysis of the Interactions of Secular and Religious Associations in Algeria and Jordan1, Government and Opposition VOLUME 43, ISSUE 4, P. 564-578 OCTOBER.

Khader, B. (2009) El Mundo Árabe explicado a Europa. Historia, imaginario, cultura, política, economía, geopolítica. Icaria, Barcelona.

Martín, G. (2013) Las revoluciones árabes y el fin de la era poscolonial, Ayer, vol 91 (3), p. 257-271

Militares y tanques en calles de Argelia en 1991 durante la guerra civil

LA GUERRA CIVIL EN ARGELIA. EL PAPEL DE LA UNIÓN EUROPEA ANTE EL CONFLICTO INTERNO (V)

Concluimos con esta última entrada el repaso a la actuación internacional durante el periodo de la guerra civil argelina en los años noventa publicado como serie, que tenéis disponible al completo en la categoría Argelia/ «historia».

4.3.Ley de Concordia Civil
El proyecto de Ley de Concordia Civil, que era parte de la propuesta electoral de Bouteflika, comenzaría a llevarse a cabo después de que la sección armada del FIS enviara un comunicado a través de su representante M.Mezrag, anunciando el cese de la actividad armada de su grupo. Ante este comunicado se comenzaría a redactar el texto del proyecto de ley que ya avanzaría Bouteflika en un discurso previo.

La ley cuenta con un capítulo de disposiciones generales formado por dos artículos, más otros tres capítulos que añaden las disposiciones específicas sobre la exoneración de la persecución, la probación y la reducción de penas. Los aspectos más significativos de esta ley se reflejaron en los artículos siguientes:

<< Articulo 1. Capítulo I, Disposiciones Generales. Esta ley se inscribe en un contexto de gran deseo de restablecimiento de la concordia civil y con el objeto de instituir las medidas particulares encaminadas a desbloquear salidas apropiadas a aquellas personas implicadas en actos de terrorismo o subversión que expresen su voluntad de detener, con toda consciencia, sus actividades criminales y darles la oportunidad de concretar esta aspiración por la vía de la reinserción civil en la sociedad.
Artículo 3. Capítulo II, Disposiciones Específicas. No ha de ser perseguida aquella persona que habiendo formado parte de una de las organizaciones especificadas en el Artículo 87 bis 3 del Código penal (**), tanto al interior como en el exterior del país, no haya cometido o participado en la comisión de uno de los delitos especificados en el Artículo 87 bis del Código penal, es decir, que hay implicado la muerte de una persona o su discapacidad permanente, la violación o que haya utilizado explosivos en lugares públicos o frecuentados por el público. Estas personas tienen seis meses a partir de la promulgación de la ley para avisar a las autoridades competentes el cese de toda actividad terrorista o subversiva y para su presentación espontánea ante las autoridades competentes.
Articulo 7. Capítulo III, Disposiciones Específicas. Son excluidas del beneficio de las disposiciones de este artículo, las personas que hayan cometido o participado en crímenes que hayan supuesto la muerte de personas, masacres colectivas, atentado con explosivos en lugares públicos o con afluencia de público o violaciones.
Artículo 27. Capítulo IV, Disposiciones Específicas. Las personas que hayan formado parte de una de las organizaciones nombradas en el Artículo 87 bis 3 del Código penal, que hayan avisado del cese de toda actividad terrorista o subversiva y que se hayan presentado espontáneamente a las autoridades competentes durante los 3 meses posteriores a la promulgación de esta ley, y que no hayan sido admitidos en el régimen de probación (probation) y que no hayan cometido masacres colectivas ni utilizado explosivos en lugares públicos ni frecuentados por el público, se han de beneficiar de una reducción de penas en las condiciones siguientes:
– La reclusión por un periodo de 12 años como máximo para aquellas personas a las que la pena máxima prevista por la ley se la pena de muerte o la cadena perpetua.- La reclusión por un periodo de 7 años como máximo para aquellas personas a las que la pena máxima prevista por la ley sea superior a 10 años e inferior a 20.- La prisión por un máximo de 3 años como máximo para aquellas personas a las que la pena prevista por la ley sea de 10 años >>

Como vemos en los diferentes artículos, en la ley quedaban reflejados los pasos a dar de cara a los individuos que habían participado en el conflicto de una forma u otra y de los cuales muchos eran presos políticos, siempre haciendo hincapié en que se aplicarían estas medidas a las personas que no hubieran participado en actos que hubieran causado la muerte de una o más personas.

La ley no se aprobó con facilidad, ya que si bien miembros del FIS, el EIS, o el El Movimiento Argelino de Oficiales Libres (MOAL) apoyó el proyecto de ley, otros grupos no lo hicieron. Hocine Aït Ahmed, jefe del FFS, quería conocer el texto antes de firmarlo, Abdelkader Hachani, número tres del FIS, así como otros dirigentes del partido también rechazaron el proyecto así como el GIA, que sólo lo aceptaría si se incluían unas cláusulas específicas para los miembros de su organización, tales como integración de sus hombres en las filas de las fuerzas de seguridad o la libertad de todos sus militantes presos en Argelia y en el extranjero. Finalmente, con 131 votos la ley saldría adelante aprobándose el 13 de julio de 1999, aunque no se haría efectiva hasta el 13 de enero de 2000.

Una vez aprobada la ley, el gobierno de Bouteflika decidió convocar un referéndum para conocer si la población aceptaba la Ley de Concordia Civil. Como afirma Uruburu, el 16 de septiembre de 1999 los argelinos fueron llamados a rendirse a las urnas en el marco de un “referéndum popular” con el objeto de pronunciarse sobre un proyecto de ley de la “Concordia Civil”. Sometiendo la ley de Concordia Civil a un referéndum se contribuyó, en cierto modo, a legitimar y reforzar la posición del presidente Bouteflika, elegido en una situación polémica después de la retirada de los seis candidatos que competían con él en las elecciones presidenciales del 15 de abril de 1999. (Uruburu, 2010:29)
El referéndum fue positivo ya que obtuvo el 97´78% de participación por el sí, a pesar de que la abstención fue de un 60% de la población. También fue importante el peso de los argelinos emigrados que superó el 60% contando con que sólo en Francia residían 700.000 argelinos.

El asesinato el 22 de noviembre de 1999 de A. Hachani, número 3 del FIS y opositor de la Ley de Concordia Civil hizo pensar que el proceso corría peligro, ya que pese a que el detenido como autor del asesinato no tenía, en apariencia, nada que ver con la política, los partidarios de la negación del gobierno de Bouteflika le achacaron el asesinato. Pese a todo, el proceso siguió adelante significando el inicio del proceso de paz en Argelia.

Todo no fue idílico como podría parecer en el proceso de paz y en la aprobación de la Ley de Concordia Civil. El proceso ha sido considerado por los especialistas como un fracaso para los islamistas así como la forma de que el gobierno de Bouteflika consiguiera una legitimidad de la sociedad civil y de la comunidad internacional que antes no tenía. Como se explica en la obra coordinada por Tóni Jiménez Luque titulada La concordia civil argelina a través de la prensa española, la ley de Concordia no era sino la revisión de una ley de clemencia vigente desde 1995 (Rahma), centrándose en el ámbito policial y de seguridad sin que se llegara a ningún tipo de legislación en cuestión política, y tampoco se tomaban acciones que sacaran a la luz los abusos cometidos durante el conflicto. El referéndum por otro lado, sirvió, según Gema Martín Muñoz, de plebiscito para compensar la legitimidad del proceso electoral en el que Buteflika fue elegido jefe del Estado. Sirvió asimismo para ocultar una vez más las voces de la oposición real del país, blanquear la imagen del régimen, sobre todo en el exterior, tras una campaña electoral presidencial en la que el tema central no fue la dimensión islamista-seguridad sino la corrupción del régimen y su responsabilidad en la violencia. (Jiménez, 2009:37)

CONCLUSIÓN

Tras el proceso de paz, Argelia ha conseguido reducir la inseguridad en su territorio hasta el punto de que hoy en día ya no se considera una zona de riesgo para los civiles argelinos ni para ciudadanos extranjeros que residen o llevan acabo sus negocios en el país africano. Pero ¿cuál es la conclusión que podemos extraer de este proceso en cuanto a la utilidad del derecho internacional en un conflicto interno? Que después de todo, los Estados son los que siguen teniendo la potestad sobre sus conflictos internos y no hay manera de actuar en ellos de una forma internacional ni siquiera apelando al Derecho Internacional Humanitario. Entre otros motivos porque, en definitiva, se trata de legislaciones elaboradas por Estados miembros con intereses particulares en los conflictos, por un lado y por otro por la falta de unión entre los estados para funcionar como un grupo o comunidad internacional real. El derecho internacional humanitario es el que está presionando con mayor fuerza en el debate de si el derecho internacional debe tener capacidad de legislación en conflictos internos o por si por el contrario se trata de algo inviable, y por tanto responsabilidad única de los propios estados.

Como afirma Ximena Fuentes, en la actualidad, no existe todavía ninguna norma internacional general que disponga cómo los respectivos Estados deben incorporar el derecho internacional en los sistemas jurídicos domésticos. De hecho, ni siquiera existe la obligación general de hacer que el derecho internacional ingrese al derecho interno. (Fuentes, 2007) Para Fuentes, la única vía para que los estados pongan límites a sus procesos legislativos internos es que incluyan en sus constituciones el reconocimiento jerárquico de los tratados internacionales, haciendo referencia al artículo 18 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados.

Pero el derecho internacional es elaborado por los Estados miembros que se rigen por una política internacional. Esta política internacional se asienta en la estrategia de los beneficios propios, de las naciones fuera del ámbito de la comunidad internacional, algo que no encaja con los principios bajo los que se formuló la Carta de Naciones Unidas. Esto explica porque, durante los años del conflicto argelino y en la misma actualidad, no existe una fórmula de obligación jurídica a la asistencia de los estados que lo necesiten, ya sea por conflictos internos o por otras cuestiones.

En los años del conflicto argelino, todavía no se había formulado el concepto de responsabilidad de proteger que se formularía en 2001 en el Informe de la Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de los Estados, en el que se sostenía que cuando un estado no quiera o no pueda evitar graves daños a su población producto de una guerra civil, una insurrección, la represión ejercida por el propio estado o el colapso de sus estructuras, entonces, la responsabilidad de proteger autoriza la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, primando sobre el principio de no intervención. (Fuentes, 2007:23) Pese a esta formulación, la situación ha continuado igual, como se pudo constatar ante los hechos en la Guerra de Iraq. La explicación de porqué pasa esto no podía dejarla más clara Ximena Fuentes en su artículo, las Naciones Unidas se resisten a jugar un papel irrelevante en la política internacional. La responsabilidad de proteger es un intento por mantener el neocolonialismo dentro del sistema de las Naciones Unidas. (Ibid, 26) Además, añade otra argumentación interesante haciendo referencia a Koskenniemi, y es que el derecho internacional de los derechos humanos mismo es susceptible de ser criticado por su afán de imponer derechos universales al margen de las realidades políticas internas, porque el resultado es colonizar la cultura política con un lenguaje tecnocrático que deja poco espacio para la articulación de las diversas concepciones del bien que existen en cada sociedad.

Bajo esta argumentación, se entiende claramente la actuación que los organismos internacionales mantuvieron ante el conflicto armado interno argelino, primero se optó por un periodo de observación del conflicto manteniéndose al margen, para después intervenir ante la petición de algunos de los estados miembro y por propios intereses, entre ellos el ya mencionado miedo al auge del movimiento islamista.

BIBLIOGRAFÍA COMPLETA

1. Uruburu, J.M. (2010) Los países del Magreb en las relaciones euromediterráneas. Fénix Editora.
2. Volpi, F. (2003) Islam and democracy. The failure of dialogue in Algeria. Pluto Press, London.
3. Jimenez ,T. (coord) (2009) La concordia civil argelina a través de la prensa española. Inrevés Edicións, Barcelona.
4. Mangas, A. (1990) Conflictos armados internos y derecho internacional humanitario. Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca.
5. Bustos, R. (2007) La política árabe y mediterránea de España. España y la promoción de la gobernanza en Argelia. Revista Cidob d´Afers Internacionals 79-80. Fundación CIDOB, Barcelona.
6. Fuentes,X. (2007) El derecho internacional y el derecho interno: definitivamente una pareja dispareja. Publicación electrónica en http://www.law.yale.edu/documents/pdf/sela/ XimenaFuentes __Spanish_.pdf
7. Bonvicini, C. (coord.) (1992) European political cooperationdocumentation bulletin. European University Institute y Institut für Europäische Politik. Florence/Bonn.
8. Barreñada, I (2003) La asociación euromediterránea y su dimensión social. Compendio de documentos. Foro Sindical Euromed. Madrid.
9. Uruburu, M (2011) La dimensión política en en las relaciones Unión Europea-Argelia: crisis y normalización. Revista electrónica UNISCI Discussion Papers.
10. (E/CN.4/1998/NGO/9326 de marzo de 1998) Cuestión de la violación de los derechos humanos y las libertades fundamentales en cualquier parte del mundo, especialmente en lospaíses y territorios coloniales y dependientes.

LA GUERRA CIVIL EN ARGELIA. EL PAPEL DE LA UNIÓN EUROPEA ANTE EL CONFLICTO INTERNO (IV)

Retomamos este capítulo de la historia reciente de Argelia desde el punto de vista internacional, sobre todo analizando el papel de la Unión Europea y sus órganosdurante este conflicto interno. Esta es la cuarta entrega a la que seguirá la quinta y última entrada dedicada a este proceso.

4. 1995, EL CAMBIO DE LA ESTRATEGIA INTERNACIONALES

El año 1995 será clave para el cambio de dirección en las políticas entre Unión Europea y Argelia. Este cambio vendrá determinado por varios eventos que darán lugar a los inicios de un diálogo bilateral real marcado por las diferencias y por los actos terroristas del GIA.

En primer lugar se firmará el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que indicábamos al finalizar el capítulo anterior. Por otro lado el reinicio de los contactos entre el gobierno argelino y el Consejo de Cooperación CE-Argelia, en el que el consejo afirmaba que se ha congratulado de los progresos realizados por Argelia en el ámbito de las reformas económicas y de los acuerdos celebrados en este contexto por Argelia con las instituciones financieras internacionales (Uruburu, 2010:85), lo que marca el cambio de discurso previo a la firma de la Declaración de Barcelona el 28 de noviembre de 1995, que pese a no tener valor vinculante, sí sentaba las bases de un nuevo marco para el diálogo. Finalmente, la propuesta de elecciones en Argelia, que se estableció para el 16 de noviembre de ese mismo año.

4.1 Declaración de Barcelona de 1995, hacia la política común

La Declaración de Barcelona firmada los días 27 y 28 de noviembre de 1995, giró en torno a tres ejes: colaboración política y de seguridad (definición de un espacio común de paz y estabilidad, colaboración económica y financiera), creación de una zona de prosperidad compartida, colaboración en los ámbitos social, cultural y humano, y desarrollo de los recursos humanos, fomento de la comprensión entre las culturas y de los intercambios entre las sociedades civiles. Ya en la introducción a la declaración podemos observar cuáles serán los objetivos principales:

conscientes de que los nuevos problemas políticos, económicos y sociales en ambas orillas del Mediterráneo constituyen un desafío común que precisa de un enfoque coordinado y global; dispuesto a crear a tal fin, para organizar sus relaciones, un marco multilateral y duradero basado en un espíritu de colaboración que respete las características, valores y peculiaridades de cada uno de los participantes; convencidos de que para alcanzar el objetivo general de hacer de la cuenca mediterránea un ámbito de diálogo, intercambio y cooperación que garantice la paz, la estabilidad y la prosperidad, es preciso consolidar la democracia y el respeto de los derechos humanos, lograr un desarrollo económico y social sostenible y equilibrado, luchar contra la pobreza y fomentar una mayor comprensión entre las diferentes culturas, todos ellos elementos esenciales de la colaboración

Se hace referencia a la intención de una nueva dimensión, con unos problemas que necesitan un enfoque coordinado y global, para lo que se crea un marco multilateral que garantice entre otras cosas la democracia y el respeto de los derechos humanos. Unos términos que no se habían utilizado hasta el momento de una forma explicita, y en una reunión que contará con la participación de representantes de todos los gobiernos del Mediterráneo.

Si analizamos los tres puntos principales de la Declaración de Barcelona veremos algunos objetivos específicos que ratifican este cambio de la Unión Europea. En el primer apartado dedicado a la colaboración política y de seguridad en cuanto a la definición de un espacio común de paz y estabilidad, llama la atención el hincapié que se hace para destacar los puntos que hasta 1995 se había obviado mencionar desde el discurso de la comunidad internacional. Ahora sí se destaca la necesidad de actuar bajo la Carta de Naciones Unidas, respetar los Derechos Humanos, colaborar en cuestión de terrorismo y eso sí, de nuevo abstenerse de intervenir de forma directa o indirecta en asuntos internos de los socios. Esta es la principal contradicción que llega hasta nuestros días, ya que si bien se apela a crear un espacio común de colaboración, ni siquiera en última instancia y ante flagrantes violaciones de los Derechos Humanos se puede decidir una intervención.

Respecto a la colaboración económica y financiera para la creación de una zona de prosperidad compartida, sobre la que no nos vamos a extender ya que, como hemos visto, ha sido la base de las relaciones, destacaremos sobre todo el punto que se refiere a la deuda externa y a los beneficios que ofrece la Unión Europea, como el aumento sustancial de la asistencia financiera a cambio de liberalizar la economía, algo a lo que Argelia ya venía estando acostumbrada.

Finalmente, para el tercer eje de esta Declaración de Barcelona referente a la colaboración en los ámbitos social, cultural y humano, siendo lo más novedoso por un lado, la referencia a crear una cooperación descentralizada incluyendo a la sociedad civil, representantes religiosos y políticos, medios y sindicatos y por otro, el reconocimiento de la importancia de las presiones migratorias y de la necesidad de abordar medidas para reducirlas así como de protección de los derechos de los migrantes. En este apartado se sientan las bases para la cooperación en otro sector que preocupaba especialmente a la comunidad internacional, la posibilidad del aumento de los movimientos migratorios así como la cooperación en materia de terrorismo.

Si bien, es un texto esperanzador que significó la renovación del discurso de la comunidad internacional acerca del enfoque de las ayudas para la colaboración bilateral, dejando en cierta medida el discurso paternalista, así como el asentamiento de unas nuevas bases para el futuro diálogo entre países del Mediterráneo, es cierto que su aplicación fue prácticamente nula por lo menos hasta muy recientemente. Como afirma Ruiz Casuso, se trató de una declaración que iba entre la utopía y la realidad. Por un lado la diplomacia europea recuperaba el “mito mediterráneo” dejando a un lado tópicos regionales por un discurso que abogaba por el diálogo para construir una civilización común pero por otro lado, la mayor parte de las propuestas no pudieron concretizarse entre otros motivos por los diferentes conflictos que han afectado y afectan a Oriente Medio, así como el auge del terrorismo islamista y el miedo al mismo. (Ruiz, 2006) Lo que si podemos afirmar es que la Declaración de Barcelona significó el cambio de discurso de la Unión Europea y el acercamiento entre la Unión y Argelia, retomando un diálogo que sólo se había mantenido en las cuestiones económicas y que se intensificará desde entonces hasta el año 1999.

4.2 Evolución del conflicto hasta 1999

El diálogo entre entidades se mantendría vivo ya que si bien parecía que se había llegado a ciertos acuerdos, el contexto ni mucho menos ayudaba a que se llevara a cabo. Después de la Declaración de Barcelona, se produciría un nuevo desencuentro entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea. El motivo era el resultado del referéndum constitucional que se celebró en noviembre de 1996, por el que se votaba la prohibición de los partidos regionalistas o de carácter religioso así como la consagración del árabe como lengua oficial, pero sobre todo, reforzaba los poderes del presidente. Será el Parlamento Europeo el que declare mediante una resolución que el gobierno de Argelia no estaba buscando realmente un proceso de diálogo, lo que obtuvo respuesta inmediata por parte del Ministro de Asuntos Exteriores que afirmaba que la resolución del Parlamento Europeo incurría en injerencia en los asuntos internos argelinos. Las elecciones se llevarían a cabo en 1997 después de haber dejado fuera del proceso al FIS.

Será entonces cuando se produzcan los atentados durante el Ramadán en los que murieron más de 1.500 personas. Los gobiernos de Alemania o Francia presionaron al Reino Unido, que en aquellos momentos ejercía la presidencia de la Unión Europea, a que tomara una actitud más activa como también hiciera el Parlamento Europeo, que entre otras cosas concedió el premio Sarajov a la periodista Salima Gazali por su defensa de la libertad de prensa. El Consejo de Ministros decidirá enviar una comisión para analizar la situación en Argelia. Después de todas las trabas que se pusieron para que se celebrara la reunión, el viaje se fechó para enero de 1998. El informe que se publicara en septiembre del mismo año no condujo a grandes aclaraciones sobre lo relacionado con la violación de derechos humanos y la legalidad de las elecciones, ya que ni siquiera se aceptó que viajara un representante de Derechos Humanos de la ONU.

El hecho positivo fue que se retomó el diálogo con el gobierno argelino que además solicitó una mayor implicación por parte de la comunidad internacional. Incluso el FIS aprovechará este acercamiento para solicitar la implicación de la ONU en el conflicto, instando incluso al bloqueo de las ayudas que se concedían al gobierno. Para la Comisión Europea y el Consejo de Ministros, la misión de Naciones Unidas fue positiva ya que pocos días después, firmaban un marco para la aplicación del Acuerdo Euromediterráneo (firmado en 1995 y bloqueado desde entonces) y de algunos proyectos del Programa MEDA para la Democracia. En cambio, para ONG´s como Amnistía Internacional o la Propia Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), era necesario continuar el la lucha por el esclarecimiento de la desaparición de las víctimas, como comunicaran a Naciones Unidas en un comunicado conjunto en marzo de 1998.

Esta iniciativa es a todas luces necesaria. Aunque se desconozca las cifras exactas, se valora en 80.000 las personas que han sido asesinadas desde el inicio del conflicto en 1992, y 2.000 en tan sólo los últimos cuatro meses. Hacia finales de diciembre de 1997 y principios de enero de 1998, centenares de hombres, mujeres y niños fueron asesinados a balazos, decapitados, acuchillados a muerte y quemados vivos por grupos de agresores que huyeron de la zona luego de perpetrar estos crímenes. El 30 de diciembre de 1997, unas 300 personas fueron asesinadas en pueblos de la provincia de Relizane, al oeste del país; el 11 de enero, más de 100 personas fueron masacradas en Sidi Hamed, al sur de Argel.  (E/CN.4/1998/NGO/9326 de marzo de 1998)

Ante este panorama, se celebrarían nuevas elecciones en Argelia. Tras el anuncio de que salvo el representante del gobierno en aquel momento, se retiraban todos los representantes de los partidos políticos por considerar el proceso de elecciones ilegal por fraude y por estar totalmente viciadas para la victoria de su representante A. Bouteflika (biografía), finalmente éste sería nombrado presidente de la república con un total de 73´79% de los votos en 1999.

El nuevo presidente dio un giro en su política que pondría fin al conflicto. Por primera vez reconocería en una reunión del foro económico en Suiza, que el número de muertos durante el conflicto ascendía a un número muy superior al que había afirmado el gobierno hasta aquel momento. Afirmaría también que la disolución de las elecciones de 1991 fue un acto ilegal, y además planteaba someter a referéndum un proyecto de ley sobre concordia civil para llegar a una amnistía total o parcial.

Ante estas nuevas políticas, el diálogo entre la comunidad internacional y el gobierno argelino darían un paso más en las negociaciones, que se intensificarán a partir del año 2000, después de la firma de la ratificación de la Ley de Concordia Civil.

Consejos previos a la expatriación en Argelia

La sociedad internacional actual y el contexto de crisis ha dado lugar a que exista un mayor número de empresas transnacionales que eligen la internacionalización como forma de ampliar sus opciones de negocio buscando otros mercados que les permitan mantener o ampliar sus beneficios.

En el proceso de internacionalización, es decir, de asentamiento de una empresa en otro país (mediante diferentes fórmulas que no nos detendremos a explicar aquí) una de las medidas a llevar a cabo es el proceso de expatriación o de asignación internacional de personal. Esta es entendida como el desplazamiento de personal laboral de una empresa hacia una filial de la empresa matriz situada en otro país diferente al de la empresa matriz.

En la literatura académica son sólo unos pocos estudios los que han contemplado la expatriación como objeto de estudio, pero podemos destacar los estudios realizados por el IESE Businness School de la Universidad de Navarra publicados en 2005, 2011 y 2013, o la publicación de la Universidad Pontificia de Comillas titulada Internacionalización y capital humano.

En estos estudios se divide el proceso de expatriación en tres etapas: la fase inicial previa a la expatriación; la fase de residencia en el país dónde se lleva a cabo la expatriación; y finalmente el proceso de repatriación, entendido como el retorno al país de origen y a la empresa matriz en unas conciones, en principio, pactadas previamente a la expatriación.

El proceso previo a la expatriación es el momento en el que se establecen, entre la empresa y el trabajador, las condiciones de la expatriación como asignación de dietas, viajes regulares de descanso y visita a la familia (en caso de que ésta no se expatrie con el trabajador), vivienda… Pero son otros aspectos relacionados con la adaptación cultural los que las empresas suelen olvidar y pueden determinar el resultado de la expatriación.

El expatriado se queja de una falta de preocupación por parte de la empresa en aspectos previos a la expatriación, tales como facilitar la suficiente información del país del destino (51%) o preveer aspectos que pueden repercutir en la adaptación familiar, como por ejemplo colegios de los hijos, relaciones sociales, trámites con la Seguridad Social, etc. o facilitar trabajo del cónyuge (27,1%). (IESE, 2013)

Algunas empresas sí llevan a cabo algunas medidas como la realización de viajes prospectivos a la zona para que el trabajador pueda conocer previamente el lugar y el proyecto al que se va a incorporar. Se imparten cursos de los idiomas oficiales que se utilizan en el país de destino y se ofrece información sobre el mismo. Pero esto no siempre sucede, algo que dificulta la expatriación si además, el país de destino es un completo desconocido.

Conocer información sobre la historia, la cultura y la realidad actual del país de destino permite reducir la incertidumbre que produce el traslado hacia un país desconocido. Permite además reducir los estereotipos e ideas preconcebidas que nos hayamos podido formar por experiencias indirectas o acontecimientos puntuales, incluso puede facilitar nuestra adaptación al lugar y despertar curiosidad por conocer otras realidades durante las horas de ocio fuera de la jornada laboral.

Una vez que el expatriado y su familia se han trasladado al país de destino, la siguiente fase del proceso es la adaptación de todos ellos al nuevo entorno. El nivel de adaptación personal y familiar logrados puede repercutir en la adaptación profesional, o su familia no se adaptan culturalmente, la adaptación profesional se puede ver perjudicada. (IESE, 2013)

Cuando la expatriación se produce a lugares donde la cultura y la religión es diferente a la del expatriado, estos aspectos cobran mayor relevancia, como sudece en el caso de Argelia. Por ello, si te vas a expatriar en Argelia sería recomendable:

1. Contactar con instituciones oficiales como las Cámaras de Comercio de la red ICEX , Embajada de Argelia en Madrid y consulados, y la página del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación que ofrece una ficha país completa. En estos lugares puedes encontrar informes y documentos con información institucional. Son muy útiles para conocer el contexto actual del país y algunos datos de interés.

2. Contactar con universidades, asociaciones culturales relacionadas con la cultura islámica o con Argelia, así como contactar con conocidos que puedan tener relación con esta cultura. Te aportarán la información de «a pié de calle», la que no aparece en los organismos oficiales. Principales costumbres, qué cosas pueden ser ofensivas o por el contrario, están bien vistas. Son muy útiles en este sentido las redes sociales, especialmente Linkedin. Al ser una red profesional, otros expatriados y empresarios que ya están en Argelia pueden responder a preguntas básicas o dudas, de hecho existen algunos foros concretos en los que participan tanto empresarios (algunos de ellos residiendo también por temporadas en Argelia) como trabajadores.

3. Visita una biblioteca o acude a Internet para buscar información sobre el país. La mayoría de los expatriados cuando le plantean marchar a Argelia ni siquiera saben situar este país en un mapa. Llamativo sobre todo cuando se encuentra a menos de 150 km (entre Alicante y Orán). La mayoría de los expatriados no conoce la estrecha relación que mantuvieron España y Argelia en el pasado: las movilidades de españoles cuando Argelia era colonia francesa, la huida de los últimos republicanos desde el puerto de Alicante, las relaciones por el gas que se mantienen desde los años 70 (Argelia a día de hoy es el primer proveedor de gas de España).

4. Tanto en Argel como en Orán existen delegaciones del Instituto Cervantes. Ponerte en contacto con ellos antes de marchar o una vez hayas llegado al país, te puede ayudar a establecer primeros contactos con otros españoles o acudir a algunos de los eventos que organizan.

5. Es imprescindible contar con conocimientos de francés. Tanto el  francés como el árabe son las lenguas oficiales. Algunas personas «chapurrean» algo de español, pero no esperes comunicarte con este idioma o con el inglés. Aprender algunas palabras del dialécto árabe también puede abrir puertas, ya que mostrarás interés por su cultura, y eso siempre es bien recibido.

Pero sobre todo y fundamental es trasladarse con humildad. La realidad más reciente del país (la guerra civil de 1990 a la que estamos dedicando algunas entradas en la sección de Historia de Golondrinas 21) ha dejado secuelas en la sociedad argelina que todavía hoy son visibles. La desconfianza hacia los desconocidos, el carácter introvertido, la constante presencia policial en las calles, no significa que sea un país inseguro, pero sí mantienen esa vigilancia como una secuela de esa «década negra».

La guerra civil en Argelia. El papel de la Unión Europea ante el conflicto interno (III)

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3.3 La comunidad internacional: Parlamento y Comisión Europea y Consejo de Ministros

Tras el Golpe de Estado, la primera acción por parte de las instituciones será la pronunciada por el Parlamento Europeo que dictaba la resolución por la que se establecían los Protocolos Financieros de la Comunidad con Argelia, Jordania, Líbano e Israel, sin apenas tiempo de reacción ante los acontecimientos vividos el 11 de enero en Argelia, por ello se introdujo una petición a la Comisión para que no se aprobara para el caso argelino hasta que no se esclareciera la situación del país.

Mientras que el Parlamento Europeo abogaba por una vigilancia del conflicto argelino sobre todo por la posible violación de Derechos Humanos, el Consejo de Ministros, que seguía una tendencia economicista de apoyo a los socios miembros, no se pronunciaba, dejando esa labor a los diferentes gobiernos, sobre todo al francés que había tomado prácticamente el papel de portavoz. Finalmente, el 24 de enero de 1992 el Consejo de Ministros declaraba la necesidad de que volviese la tranquilidad a Argelia afirmando que mantendrían una postura de vigilancia para posteriormente el 17 de febrero afirmar en una declaración que se velaría por el respeto de los derechos humanos, la tolerancia y el pluralismo.

La aplicación del Cuarto Protocolo todavía estaba congelada ante esta situación. No será hasta el mes de junio cuando el Consejo Europeo de Lisboa apruebe las primeras medidas que llevarían a la reanudación del protocolo. En este consejo se aprobaron como afirma Uruburu las líneas maestras de la Política Exterior de la Comunidad, ante la próxima entrada en vigor del Tratado de la Unión Europea. (Uruburu, 2010:171) Esta medida coincidía con el envío días después, de un grupo del Consejo Europeo de Ministros a Argelia para comprobar si la situación era favorable como para aceptar llevar a cabo el Cuarto Protocolo, pero no fue así ya que en junio el Presidente del Alto Consejo M. Boudiaf fue asesinado. El gobierno argelino por aquel entonces tampoco se mostraba preocupado por la aplicación o no del Cuarto Protocolo, ya que se encontraba en negociaciones con el FMI para la aprobación de un nuevo préstamo, que finalmente no le sería concedido.

La respuesta del gobierno argelino, con B. Abdessalam como nuevo Primer Ministro, romperá todas las negociaciones con el FMI que decidió optar por una economía de autosuficiencia que sólo pudo mantenerse hasta 1993, momento en el que las protestas comenzaron a ser mayores y que coincidiría con la aparición del grupo armado GIA (Groupements Islamiques Armés) que si en un primer momento dirigían sus ataques contra los integrantes del gobierno, al ver que no tenían suficiente apoyo de la sociedad, comenzaron a asesinar de forma indiscriminada a políticos, personas de la administración, periodistas e intelectuales. En septiembre de 1993, el grupo armado comenzó a asesinar a extranjeros que supuestamente ayudaban directamente al régimen.

Ante esta situación B. Abdessalam será sustituido por Rheda Malik, que terminará por negociar con el FMI en 1994. Malik también decidirá retomar el diálogo con la Comisión Europea a la que remitirá una carta solicitando el desbloqueo y la aplicación del acuerdo para la aplicación del Cuarto Protocolo que finalmente sería aprobado en octubre de 1994. Como afirma Uruburu, esto suponía el restablecimiento pleno de la cooperación económica entre la UE y Argelia. Además, la firma de este acuerdo coincidía con el periodo de asesinatos de trabajadores occidentales en Argelia, un hecho sobre el que la comunidad internacional no pudo hacer la vista gorda. R.Malik fue sustituido por A. Zeroual como Presidente del Estado, que tratando de continuar con el inestable proceso de democratización decide, alejándose de la rama militar del FLN, el intento de negociación con los dirigentes del FIS que se encontraban encarcelados. Si bien la Unión Europea recibió muy bien esta noticia como hizo constar en la Declaración de la presidencia el 26 de septiembre de 1994, en el país argelino esta opción no gustó, aumentando la violencia hasta el punto que el propio Zoural un mes más tarde declaraba que su propuesta había fracasado, anunciando la convocación de las próximas elecciones a celebrarse antes del fin de 1995.

Entre los últimos meses de 1994 y el inicio de 1995, se producirá un acercamiento diplomático intenso con el objetivo de estabilizar la situación en Argelia. Curiosamente será una organización católica la que organice en Roma un encuentro con todos los dirigentes de los diferentes partidos políticos argelinos. Salvo representantes del gobierno argelino en funciones, acudieron representantes de todos los grupos que firmaron un acuerdo de colaboración para volver a la situación de las elecciones de 1992 dentro del marco teórico del respeto a los Derechos Humanos. Obviamente, la ausencia de los representantes de gobierno argelino ya auguraba la no aceptación del acuerdo, para lo que alegaron cuestiones internas.

La Comunidad Internacional se vio entonces obligada a pronunciarse, ante la negativa del presidente argelino por un lado, y ante la organización de un acto de estas características por un ente menor. Cuatro días antes a esta resolución, el Consejo de Ministros de la PESC no quiso hacer referencia expresa a la cuestión de la futura celebración de elecciones a finales de 1995. Según Uruburu, este silencio ante tal hecho venía dado por que a finales del 1995 iba a celebrarse la Conferencia de Ministros de Asuntos Exteriores de los países mediterráneos en Barcelona durante el mes de noviembre. El objetivo de esta falta de pronunciamiento sería la de que en aquel momento la Unión Europea pareció querer situar el diálogo político con Argelia dentro de un contexto más amplio, el de la Asociación Euromediterránea. En el momento en el que se firmó el acuerdo se situó a Argelia dentro de un marco multilateral que incluía el establecimiento de un diálogo político que habría de ser desarrollado bilaterlamente a través de Acuerdos de Asociación, estos sí, con contenido jurídicamente vinculante. (Ibid,179) si bien no tenía condición de Declaración política y por tanto no tenía carácter jurídico.

3.4 El FMI. La intermediación de la economía

Como venimos afirmando a lo largo de este trabajo, las relaciones internacionales entre la Unión Europea y Argelia durante la guerra civil de los años 90, estuvieron marcadas por los intereses económicos más que por un interés real de la defensa de los Derechos Humanos o del fin del propio conflicto. En todas las negociaciones estuvieron siempre presentes las relaciones comerciales que mantenían los diferentes países miembros con el país argelino, así como los diferentes acuerdos alcanzados con el FMI, el ente internacional odiado y a la vez necesitado por la política argelina de aquellos momentos.

Desde 1992, momento en el que se produce el Golpe de Estado, hasta 1995 con los Acuerdos de Barcelona, el Fondo Monetario Internacional llevará varios acuerdos comerciales con el gobierno argelino en momentos clave del conflicto.
Durante todo el año 1992 con Boudiaf en la presidencia, los principales acuerdos económicos se llevaron a cabo directamente con gobiernos con los que ya se tenían relaciones previas. El gobierno francés en febrero de 1992 aprobaba un préstamo de 1.5 billones de dólares provenientes del banco Crédit Lyonnais. No es de extrañar ya que Francia era el primer comprador de las exportaciones de Argelia además de tener una comunidad de argelinos muy importante en su territorio. Tras el anuncio de la liberalización del sector del gas, Boudiaf será asesinado. Abdessalam, que como hemos visto quería cerrar todo el contacto con la inversión extranjera, si mantuvo algunos contactos por necesidad económica, recibiendo 1 billón de dólares en créditos a la exportación por parte del gobierno español, un préstamo por parte de España que respondía a sus necesidades del gas argelino y por el miedo a movimientos migratorios hacia España.

El Fondo Monetario Internacional llegará a un acuerdo en mayo de 1994, sobre todo por la insistencia de los países que ya mantenían relaciones con Argelia. El destino del préstamo acordado con el FMI en 1 billón de dólares eran las reformas estructurales en materia económica. Un crédito que se renegociaría en 1995 a 1.8 billones de dólares al año durante un periodo de tres años. Las exigencias del FMI en contrapartida eran claras: liberar la economía argelina mediante la reducción del déficit, la inflación y abrir el mercado interior a la inversión extranjera. En cuestión democrática no se realizó prácticamente ninguna petición por parte del FMI, salvo la transparencia en la actuación del gobierno argelino.

Se podría decir que parte de las peticiones del FMI se llevaron a cabo. Si bien por un lado parte de la liquidez de los créditos se dedicó al aumento de puestos de empleo dentro de la administración (lo que no contribuía a terminar con la burocratización del estado argelino), por otro se firmaron a finales de 1995 varios acuerdos para la inversión extranjera en el sector del gas. Por ejemplo, ya con el gobierno de Zeroual, en diciembre se firmó un acuerdo con BP por 3.5 billones de dólares destinados a la extracción de petróleo.