Consejos previos a la expatriación en Argelia

La sociedad internacional actual y el contexto de crisis ha dado lugar a que exista un mayor número de empresas transnacionales que eligen la internacionalización como forma de ampliar sus opciones de negocio buscando otros mercados que les permitan mantener o ampliar sus beneficios.

En el proceso de internacionalización, es decir, de asentamiento de una empresa en otro país (mediante diferentes fórmulas que no nos detendremos a explicar aquí) una de las medidas a llevar a cabo es el proceso de expatriación o de asignación internacional de personal. Esta es entendida como el desplazamiento de personal laboral de una empresa hacia una filial de la empresa matriz situada en otro país diferente al de la empresa matriz.

En la literatura académica son sólo unos pocos estudios los que han contemplado la expatriación como objeto de estudio, pero podemos destacar los estudios realizados por el IESE Businness School de la Universidad de Navarra publicados en 2005, 2011 y 2013, o la publicación de la Universidad Pontificia de Comillas titulada Internacionalización y capital humano.

En estos estudios se divide el proceso de expatriación en tres etapas: la fase inicial previa a la expatriación; la fase de residencia en el país dónde se lleva a cabo la expatriación; y finalmente el proceso de repatriación, entendido como el retorno al país de origen y a la empresa matriz en unas conciones, en principio, pactadas previamente a la expatriación.

El proceso previo a la expatriación es el momento en el que se establecen, entre la empresa y el trabajador, las condiciones de la expatriación como asignación de dietas, viajes regulares de descanso y visita a la familia (en caso de que ésta no se expatrie con el trabajador), vivienda… Pero son otros aspectos relacionados con la adaptación cultural los que las empresas suelen olvidar y pueden determinar el resultado de la expatriación.

El expatriado se queja de una falta de preocupación por parte de la empresa en aspectos previos a la expatriación, tales como facilitar la suficiente información del país del destino (51%) o preveer aspectos que pueden repercutir en la adaptación familiar, como por ejemplo colegios de los hijos, relaciones sociales, trámites con la Seguridad Social, etc. o facilitar trabajo del cónyuge (27,1%). (IESE, 2013)

Algunas empresas sí llevan a cabo algunas medidas como la realización de viajes prospectivos a la zona para que el trabajador pueda conocer previamente el lugar y el proyecto al que se va a incorporar. Se imparten cursos de los idiomas oficiales que se utilizan en el país de destino y se ofrece información sobre el mismo. Pero esto no siempre sucede, algo que dificulta la expatriación si además, el país de destino es un completo desconocido.

Conocer información sobre la historia, la cultura y la realidad actual del país de destino permite reducir la incertidumbre que produce el traslado hacia un país desconocido. Permite además reducir los estereotipos e ideas preconcebidas que nos hayamos podido formar por experiencias indirectas o acontecimientos puntuales, incluso puede facilitar nuestra adaptación al lugar y despertar curiosidad por conocer otras realidades durante las horas de ocio fuera de la jornada laboral.

Una vez que el expatriado y su familia se han trasladado al país de destino, la siguiente fase del proceso es la adaptación de todos ellos al nuevo entorno. El nivel de adaptación personal y familiar logrados puede repercutir en la adaptación profesional, o su familia no se adaptan culturalmente, la adaptación profesional se puede ver perjudicada. (IESE, 2013)

Cuando la expatriación se produce a lugares donde la cultura y la religión es diferente a la del expatriado, estos aspectos cobran mayor relevancia, como sudece en el caso de Argelia. Por ello, si te vas a expatriar en Argelia sería recomendable:

1. Contactar con instituciones oficiales como las Cámaras de Comercio de la red ICEX , Embajada de Argelia en Madrid y consulados, y la página del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación que ofrece una ficha país completa. En estos lugares puedes encontrar informes y documentos con información institucional. Son muy útiles para conocer el contexto actual del país y algunos datos de interés.

2. Contactar con universidades, asociaciones culturales relacionadas con la cultura islámica o con Argelia, así como contactar con conocidos que puedan tener relación con esta cultura. Te aportarán la información de «a pié de calle», la que no aparece en los organismos oficiales. Principales costumbres, qué cosas pueden ser ofensivas o por el contrario, están bien vistas. Son muy útiles en este sentido las redes sociales, especialmente Linkedin. Al ser una red profesional, otros expatriados y empresarios que ya están en Argelia pueden responder a preguntas básicas o dudas, de hecho existen algunos foros concretos en los que participan tanto empresarios (algunos de ellos residiendo también por temporadas en Argelia) como trabajadores.

3. Visita una biblioteca o acude a Internet para buscar información sobre el país. La mayoría de los expatriados cuando le plantean marchar a Argelia ni siquiera saben situar este país en un mapa. Llamativo sobre todo cuando se encuentra a menos de 150 km (entre Alicante y Orán). La mayoría de los expatriados no conoce la estrecha relación que mantuvieron España y Argelia en el pasado: las movilidades de españoles cuando Argelia era colonia francesa, la huida de los últimos republicanos desde el puerto de Alicante, las relaciones por el gas que se mantienen desde los años 70 (Argelia a día de hoy es el primer proveedor de gas de España).

4. Tanto en Argel como en Orán existen delegaciones del Instituto Cervantes. Ponerte en contacto con ellos antes de marchar o una vez hayas llegado al país, te puede ayudar a establecer primeros contactos con otros españoles o acudir a algunos de los eventos que organizan.

5. Es imprescindible contar con conocimientos de francés. Tanto el  francés como el árabe son las lenguas oficiales. Algunas personas «chapurrean» algo de español, pero no esperes comunicarte con este idioma o con el inglés. Aprender algunas palabras del dialécto árabe también puede abrir puertas, ya que mostrarás interés por su cultura, y eso siempre es bien recibido.

Pero sobre todo y fundamental es trasladarse con humildad. La realidad más reciente del país (la guerra civil de 1990 a la que estamos dedicando algunas entradas en la sección de Historia de Golondrinas 21) ha dejado secuelas en la sociedad argelina que todavía hoy son visibles. La desconfianza hacia los desconocidos, el carácter introvertido, la constante presencia policial en las calles, no significa que sea un país inseguro, pero sí mantienen esa vigilancia como una secuela de esa «década negra».

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